lunes, 21 de octubre de 2013

Contra los libros estereotipados

El otro día, una amiga conpartió este artículo en una red social y, como siempre ando a la busca y captura de títulos que puedan interesarnos, allá que me dirigí.

¡Qué decepción!

Una vez más, me encuentro con libros estereotipados sobre cómo superar estereotipos.

Como dice el artículo, es en la familia donde se aprenden ciertas cosas, y la convivencia armoniosa entre sus distintos miembros no es la menos importante de ellas. Por eso, no necesito libros que reproducen estereotipos que evito en mi hogar, y moralinas baratas.

Quiero que mis hijas miren con ojos "limpios" a hombres y mujeres por igual. Me niego a introducir en mi casa una absurda dualidad en la que el hombre es el opresor, maltratador y aprovechado; mientras la mujer es la víctima y prisionera que tiene que liberarse del yugo del sexo opuesto.

Creo que hacer eso sería negativo para la educación que queremos para nuestras hijas.

En mi casa todos tenemos sueños y renuncias, todos trabajamos (e incluyo el tiempo pasado en casa, por supuesto, porque cualquier persona puede trabajar en casa a tiempo completo merece el mismo respeto que quien trabaja fuera, aunque no perciba remuneración económica); todos arrimamos el hombro a la hora de mantener la casa en condiciones, según las circunstancias de cada momento; y mi marido y yo cuidamos de nuestras hijas juntos, porque somos un equipo.

Y esa es la clave: Hombres y mujeres somos un equipo. Eso es lo que quiero que aprendan mis hijas.

No quiero duelos, ni batallas, ni "guerras de sexos", ni machismos, ni feminismos... Quiero compañerismo, apoyo, compañía y amor.

Por eso no me gustan esos libros, ni los de su calaña.

Aquí, entre nuestras cuatro paredes, estamos intentando consutruir un mundo mejor. Amargados, resentidos y anclados en el pasado abstenerse, por favor.

(Y, sí, sé que hay mucho trabajo por hacer para que hombres y mujeres seamos tratados con la misma dignidad y respeto en este mundo; pero vamos a hacer el esfuerzo de educar en positivo, buscando los modelos que queremos que nuestros hijos reproduzcan, a ver si se nos pega algo... A parte de que esa igualdad en conserva, en la que hombres y mujeres debemos ser cortados con el mismo patrón, no es lo que quiero, ni para mí, ni para mis hijas. Gracias.)

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