Cuando me reincorporé al trabajo en enero, seguí preparando cajas, para que mi madre pasará de ellas. Al final, decidí que no tenía sentido trabajar para nada y lo dejamos por un tiempo.
En julio, cuando empecé mi excedencia, pensé en volver a las cajas, pero lo desestimé. El verano es más para piscina, parque, excursiones y visitas familiares. Las cajas no tenían sentido.
Ahora que Pirañita ha empezado el curso y me quedo con Cachorrito por las mañanas, he pensado que había que planteárselas con calma, pero que pueden encontrar de nuevo su sitio.
Cachorrito ya no tiene al lado a la mayor fuente de estímulos y entretenimiento del mundo: Su hermana.
Es cierto que se entretiene mucho sola. Tiene mucha iniciativa. Sin embargo, quiero proponerle algo más.
De momento, una estructura de cajas sencilla, con actividades artísticas, puzzles, motricidad fina, cuentos... Cada niña con sus cajas, pero sin obligaciones, modo buffet y que hagan lo que quieran.
Tienen cajas similares, algunas iguales y otras completamente distintas. Se llevan poco, pero es significativo a esta edad.
A partir de octubre, Cachorrito se quedará con la Superabuela mientras Mamá trabaja. Luego irán a recoger a Pirañita, que irá a comer a casa y no volverá para la sesión de tarde.
Yo espero llegar tras las siestas, organizar meriendas, salir al parque y hacer algunas actividades antes de empezar la rutina de la noche. Todo con calma, sin presión y buscando nuestro propio ritmo.ç
Veremos si las cajas consiguen encajar en nuestro nuevo ritmo de vida. De momento, Cachorrito disfrutó mucho de su primer día de "trabajo".
Seguiremos informando.
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