domingo, 10 de junio de 2012

PIS: Día 2

El día comenzó con ciertas reservas por mi parte. Ayer sentí que no lo habíamos hecho muy bien y hoy había que esforzarse para que el fin de semana no fuera un fracaso.

Al levantarnos, fui al baño con la peque y allí pasamos un rato sentándonos en el orinal, jugando... En eso que noto un cambio de registro en la peque y, sin mirar ni pensar, la siento al orinal. Había perdido unas gotitas y un trozo de caca, pero el final de ésta última terminó en su sitio: ¡Éxito! Empezamos bien el día.

La mañana nos dejó dos pises en el orinal, sin ninguna pérdida. Yo estaba que no me lo creía.

Por la tarde, podíamos y debíamos salir, pero la niña había mojado el pañal de la siesta a conciencia y, aunque todos estábamos listos para cruzar la puerta, Pirañita no soltaba gota.

Tras unos cuantos ratos intercalados de baño y otras habitaciones, oímos el soniquete esperado en el lugar adecuado. Terminamos de vestir a la niña y bajamos al parque.

Puse la alarma del móvil para salir del parque con margen, porque el objetivo era llegar secos a casa. Prueba superada de nuevo.

Al poco de llegar a casa, estando las dos en el baño, volví a notar la incomodidad de la peque y volví a ponerla en el orinal. Habíamos perdido unas gotillas y tardamos en soltar el resto, pero, de nuevo, lo habíamos logrado.

Le hacemos mucha fiesta cuando acierta, pero siempre lloriquea un poco. No sé si es inseguridad, sentimiento de pérdida o alguna otra cosa, pero lo pasa un poco mal. A ver si mañana conseguimos que se sienta cómoda.

El día ha superado mis mejores espectativas. Veremos qué pasa mañana que, además, cambiamos al Papá por la Superabuela como cómplice de la Mamá.

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